¿Qué haría usted si, por ejemplo, desde hace varios meses o años, un juez de coactiva de una institución pública o un juez cualquiera, no ordena levantar la prohibición de enajenar que pesa sobre uno o varios de sus inmuebles, sin causa legítima? ¿Se quejaría ante ese juez por la falta de despacho o lo haría ante sus principales? Y, ¿qué haría usted si, hecho todo ello, no obtiene los resultados deseados? ¿Qué haría usted si, en esas circunstancias, un amigo lo llama y le dice que conoce de su caso y que con el pago de ‘X’ miles de dólares a uno o varios funcionarios de esa institución, el Juez ordenaría el levantamiento de esa prohibición de enajenar en pocos días? ¿Denunciaría ese ilícito con el riesgo que ello implica para su amigo y para usted?
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO.